Aceite aromatizado para las pizzas: cómo prepararlo y cuándo usarlo

El aceite aromatizado es uno de esos pequeños gestos que marcan una gran diferencia en la cocina. En el caso de las pizzas, unas gotas de aceite infusionado con ajo, guindilla o albahaca pueden transformar una receta sencilla en una experiencia gastronómica más intensa y personal. Tanto si preparas pizza en casa como si trabajas en cocina profesional, tener un buen aceite aromatizado a mano es un recurso versátil, económico y lleno de posibilidades. Y si se elabora con un aceite de oliva virgen extra de calidad, como los de Aceites Rafael Salgado, el resultado es aún más potente y equilibrado. 

Por qué usar aceite aromatizado en pizzas 

El aceite aromatizado no solo aporta sabor, también mejora la textura y el acabado visual de la pizza. Al aplicarlo en crudo sobre la masa recién horneada, potencia los aromas y añade una capa de brillo que realza la presentación. Además, permite personalizar cada porción según el gusto del comensal: más picante, más herbal, más cítrico. En el caso de las pizzas caseras, es una forma sencilla de elevar el resultado sin complicaciones. En el Canal Horeca, se convierte en un recurso de valor añadido que permite diferenciar la propuesta sin alterar los procesos de cocina. 

Cómo preparar aceite aromatizado para pizzas 

La base es siempre un buen aceite de oliva virgen extra. A partir de ahí, puedes jugar con distintos ingredientes según el perfil que busques: 

  • Romero, tomillo y orégano para un perfil más herbal y mediterráneo. 
  • Cáscara de limón o naranja para un toque cítrico y fresco. 
  • Pimienta negra, laurel o incluso granos de mostaza para versiones más complejas. 

Para prepararlo, basta con calentar ligeramente el aceite con los ingredientes elegidos, sin que llegue a hervir, y dejarlo reposar en un recipiente hermético durante al menos 24 horas. Cuanto más tiempo repose, más intenso será el resultado. Es importante conservarlo en un lugar fresco y oscuro, y consumirlo en un plazo razonable para mantener sus propiedades. 

Cuándo y cómo aplicarlo sobre la pizza 

El momento ideal para aplicar el aceite aromatizado es justo después del horneado, cuando la pizza aún está caliente. Esto permite que el aceite se funda ligeramente con los ingredientes sin perder sus matices aromáticos. Puedes usarlo en forma de hilo fino sobre toda la superficie o en gotas localizadas, según el efecto que busques. También puedes ofrecerlo en mesa para que cada comensal lo añada a su gusto. En pizzas blancas o con base de quesos suaves, un aceite con ajo y guindilla aporta contraste. En pizzas con verduras o setas, uno con hierbas frescas realza los sabores. Y en masas finas o integrales, un aceite cítrico puede aportar ligereza y frescura. 

Aceites Rafael Salgado: la base perfecta para aromatizar 

Para que un aceite aromatizado funcione, su base debe ser de calidad. Los aceites de Aceites Rafael Salgado ofrecen perfiles equilibrados, estables y versátiles, ideales para este tipo de preparaciones. Su variedad de formatos permite adaptarse tanto a cocinas domésticas como a entornos profesionales, y su sabor limpio y afrutado realza los ingredientes sin enmascararlos. Utilizar un AOVE de confianza garantiza que el resultado final sea coherente, sabroso y duradero, tanto en sabor como en conservación. 

Un recurso sencillo con resultados sorprendentes 

El aceite aromatizado para pizzas es una herramienta sencilla que puede transformar por completo la experiencia del comensal. Su preparación no requiere técnicas complejas ni ingredientes difíciles de encontrar, pero su impacto en el plato es inmediato. Ya sea en casa o en un restaurante, incorporar este tipo de aceites al servicio es una forma de cuidar el detalle, personalizar la propuesta y reforzar la identidad de cada receta. Con un buen aceite de oliva virgen extra como base, el resto es solo cuestión de creatividad. 

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