El vermut es mucho más que una bebida: es una pausa, un ritual. Cada una de nuestras elaboraciones ha sido creada para acompañar un momento distinto, desde un aperitivo espontáneo hasta una sobremesa especial. En este artículo exploramos cómo y cuándo disfrutar nuestros nueve vermuts, entendiendo la personalidad de cada uno y el instante en el que mejor se destacan.
El clásico: Vermut Arlini Alcalá
Dentro de los distintos tipos de vermut que existen, el vermut clásico sigue siendo el más reconocible y querido. Su equilibrio entre la base de uva Monastrell y los matices de canela, manzanilla, ajenjo y regaliz, lo convierte en el acompañamiento perfecto para el aperitivo tradicional. Es ideal para esos mediodías en los que la mesa se llena de aceitunas, patatas y conservas, porque encaja de manera natural con sabores salinos y ligeros.
Bocamanga Blanco: la frescura del vermut más aromático
El vermut blanco es la opción perfecta para quienes buscan algo más ligero y refrescante. Su perfil cítrico y floral invita a disfrutarlo en días más cálidos o en momentos en los que apetece un aperitivo suave. Funciona especialmente bien con mariscos fríos o ensaladas sencillas, donde su frescor potencia el sabor sin cubrirlo. Sorprende por su suavidad y equilibrio.
La intensidad con carácter: Arlini España
Este vermut es el más expresivo de la colección. Elaborado con frutas naturales, ofrece un perfil afrutado y dulce, pero con una intensidad que lo distingue. En boca resulta redondo y envolvente, perfecto para disfrutar sin prisa durante la sobremesa o en un momento de relax. Su carácter amable lo hace ideal para quienes buscan un vermut diferente, con cuerpo y una personalidad más gastronómica.
Frescor y dulzor en equilibrio: Bocamanga Naranja
El vermut Naranja destaca por su frescura y ligereza. Su sabor combina notas de naranja madura con un punto justo de dulzor, ofreciendo una experiencia cítrica, luminosa y muy equilibrada. Es el vermut perfecto para tardes soleadas o como base de cócteles, y acompaña muy bien tapas frías, mariscos o ensaladas suaves.
Una explosión de hierba: Bocamanga Enebro
Si buscas un vermut que destaque, esta versión aromática ofrece un perfil más herbal y balsámico. Las notas de enebro aportan frescura y equilibrio, haciendo que cada sorbo sea vibrante y limpio. Perfecto para el aperitivo clásico, acompañado de aceitunas o conservas. ¿Quieres probarlo?
Elegancia en cada sorbo: Arlini Cibeles
Este vermut mantiene el alma del clásico madrileño, pero con un toque más refinado. Elaborado con la misma base de uva Monastrell, sus aromas especiados se integran con notas suaves de madera y hierbas dulces. Perfecto para servir frío en copa ancha, con hielo y piel de naranja. Acompaña muy bien carnes frías y quesos semicurados, especialmente en eventos o aperitivos más festivos. ¿Te da curiosidad?
Arlini Neptuno: El vermut que celebra momentos únicos
El Arlini Neptuno representa la versión más cuidada y selecta de toda la línea. Su mezcla de botánicos y su armonía en boca lo hacen perfecto para celebraciones o regalos gourmet. Es una bebida pensada para marcar la diferencia en una ocasión especial, donde cada detalle cuenta.
Para los amantes de los matices complejos: Arlini Oso y Madroño
El Oso y Madroño es una opción para quienes buscan experimentar. Inspirado en el símbolo madrileño, este vermut es intenso, aromático y de perfil complejo. También elaborado con uva Monastrell 100 %, ofrece un equilibrio entre las especias dulces y las hierbas mediterráneas. Es un alcohol que enriquece propuestas gastronómicas más atrevidas, desde foie hasta almendras caramelizadas.
Bocamanga: el vermut versátil que se adapta a cada momento
El Bocamanga representa la esencia más pura de su gama: equilibrado, fresco y con un carácter que combina tradición y modernidad. Su aroma recuerda a hierbas mediterráneas y frutas maduras, con un final ligeramente amargo que invita a otro sorbo. Es la bebida perfecta para quienes disfrutan de un aperitivo espontáneo, ya sea con una tapa de mejillones en escabeche o con una tabla de quesos suaves.
Cómo disfrutarlo en su mejor versión
A pesar de que cada vermut tiene su personalidad, compartir algunas claves ayuda a potenciar su sabor. Servirlo frío, utilizando un hielo grande y añadir una rodaja o un toque de piel de naranja o limón realza el aroma y el sabor. También es importante ofrecer un pequeño acompañamiento, desde unas aceitunas de calidad hasta un queso suave, para convertir el momento en una experiencia más completa.





